¿Cómo puedes tener la seguridad de la unción del Espíritu Santo en tu vida?
Muchos cristianos y líderes pretenden tener la unción del Espíritu Santo, será que en realidad han recibido la unción en su plenitud? Este capítulo trata acerca de las pruebas visibles e inevitables de su santa influencia en la vida de un cristiano genuino.
Se resume en tres características inevitables: la presencia de Cristo, la semejanza de Cristo, y el poder de Cristo.
- La presencia de Cristo implica ser consciente de su compañía, La percepción de su presencia produce fuerza y confianza. Efe 3:16-17 “Ser fortalecidos por su poder para que habite Cristo en vuestros corazones”
- La semejanza de Cristo: Cuando el Espíritu actúa en primer lugar nos revela nuestra condición pecaminosa “nos convence de pecado”, nos muestra la necesidad de purificación en Cristo “nos guía a la verdad”. Si lo aceptamos, actúa en nosotros purificando nuestras vidas y nos llena su Espíritu. Luego el resultado es inevitable reproduce la imagen, entiéndase el carácter de Cristo en la vida. Esta experiencia está relacionada con el remanente de Apoc. 14:7, de “darle gloria a Dios” reflejando su carácter.
- Concede poder de Jesús: Y esto, ser semejante a Cristo, nos lleva a la tercera evidencia. Apoc. 18:1 “Iluminar el mundo” con gran poder. “la presencia del Espíritu en los obreros de Dios dará a la proclamación de la verdad un poder que todo el honor y la gloria del mundo no podrían conferirle” (H Ap. 42)
Se necesita una entrega completa, esta es condición para recibir la unción plena. Para nuestra generación como para la apostólica se necesita entrega y permanencia, no hay unción sin obediencia.
- Entiendo que para tener entrega completa significa dedicar mi vida, como la vida es tiempo, necesariamente preciso, valga la redundancia, dedicar más tiempo a la influencia del Esp.
- Si no hay unción sin obediencia, entonces necesito aprender a ser obediente a Su palabra. Por que “él os guiará a toda verdad”
Con humildad se necesita un deseo intenso y abnegado. Dios escudriña los corazones y las motivaciones. No fomenta las ambiciones egoístas como Simón el Mago, de pretender tener poder o autoridad. Entonces para que el Espíritu pueda morar en nosotros plenamente debemos vaciarnos completamente del orgullo y egoísmo. Esta obra no es nuestra, sin embargo la decisión de pedir ayuda es nuestra. Precisamos permitir que el fuego del Espíritu queme todo vestigio de orgullo y egoísmo.
Hay obstáculos que no permiten su recepción: “Solo el remanente fiel-obendiente tiene derecho a pedir y esperar la provisión del Espíritu”. La condición es la misma y es ser humildes y estar dispuestos a seguir su voluntad. Pero esta acción debe ser hecha con fe. Porque “Se necesita creer que Dios acepta la entrega y derrama la bendición”.
Los discípulos experimentaron abnegación total. A. Lo abandonaron todo para seguir a Jesús. B. Experimentaron una desconfianza total de si mismos. C. Por fe aceptaron la promesa del Espíritu. Es necesario retener al Espíritu con combustible fresco, renovación diaria en la comunión personal. Si descuidamos este proceso corremos el peligro de que El yo puede generar: La resistencia, la contristación y el apagar el fuego de su presencia.
Concluyo con estas citas que nos muestran la necesidad de la unción del Espíritu con una fe sencilla para tener el carácter de Dios y participar de la comunión divina: No es simple imitación sino es reproducción.
“En el plan de restaurar en el hombre la imagen divina, se hizo provisión para que el Espíritu Santo influyera sobre las mentes humanas y fuera como la presencia de Cristo, un agente modelador del carácter humano” (EGW, Review and Herald, 12 feb, 1985, p 97).
“El que contempla a Cristo con una fe sencilla e infantil, es hecho participante de la naturaleza divina mediante la agencia del Espíritu Santo” (EGW, R&H, 29 Nov, 1892)
Reflexión final: Puede ser que digas “no tengo tiempo para dedicar a las cosas espirituales”, pero hay una realidad, Analiza ¿en qué pierdes su tiempo? ¿Acaso miras televisión? Cuánto tiempo dedicas por día? Te invito a usar ese tiempo para tu comunión. Define un horario, escríbelo, anota en tu agenda, utiliza tu alarma para recordar tu momento más importante del Día. Organiza tus prioridades en toda la semana. Redime el tiempo que has perdido sin su Espíritu, para comenzar a experimentar una renovación real.
Comienza orando ahora.
¿Necesitas hoy la unción del Espíritu Santo?
¿Quieres disfrutar de sus beneficios eternos?
Por favor conságrate de corazón lo antes posible. y comparte tu experiencia con algún amigo.
Espero tus comentarios y participación.
Si tienes un motivo de oración, únete a la candena de oración 777... estaré orando por ti.
Pr. Edwin Villca.
(Esta es una reacción a la lectura del Libro: La venida del Consolador de Leroy Edwin Froom, cap 12.)
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